Recordamos en Semana Santa que transcurría la noche del jueves durante
la Pascua judía, un día antes de que Jesús muriera en el Calvario. Como tantas
otras noches, Jesús salió de la ciudad y con sus discípulos fue a un olivar
cercano conocido como Getsemaní.
En esta ocasión, aquel lugar donde Jesús había tenido tantos hermosos
encuentros con sus discípulos, ahora se iba a convertir en el escenario de su
terrible agonía antes de ir a la cruz, la hora de la traición de Judas y su
arresto.
Cuánto sufrió por mí y por vos para que nosotros tuviéramos en él
perdón, propósito y vida plena.
Por un lado es una semana de tristeza al recordar especialmente su
muerte, por otro lado sabemos que la venció y nos disponemos a celebrar.
¿Te comparto otra delicia de Pascua?
TRENZA DE PASCUA
Disolver y dejar descansar 10 minutos:
1 cuchara y media de levadura prensada
2 cucharas de agua tibia
En un bol poner:
1 y 1/4 taza de leche caliente
1/3 taza de azúcar
1/2 cucharita de sal
50 g de manteca derretida
1/4 cucharita de extracto de almendras
Cuando esto esté tibio agregarle:
la levadura disuelta
1 huevo batido
4 tazas y media de harina aproximadamente (según el tipo de harina, se
puede agregar un poco más en caso de que la masa se pegue mucho a las manos o
mesada)
Amasar hasta que quede suave y elástica.
Dividir la masa en porciones para hacer las roscas según el
tamaño que se desee.
Estirar y
rellenar a gusto. Puede ser con crema pastelera, fruta abrillantada o pasas y
nueces, trozos de dulce de membrillo o de batata, etc.. Luego trenzar o dar
forma de rosca. Colocar sobre chapa enmantecada y dejar leudar nuevamente.
Hornear.
Al sacar del
horno se puede cubrir con un azucarado, o espolvorear azúcar impalpable o con
hilos de chocolate.
Qué mejor que compartir la buena noticia y tal vez regalar alguna rosca
a alguien que no tiene esperanza.
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