martes, 6 de septiembre de 2016

Trío de tortillas: de crepes,de papas y caprese

Padres y madres que trabajan para pagar comida, ropa,  educación, salud, recreación de sus hijos y mucho más, a veces ausentándose largas horas del hogar, sienten culpa por no estar junto a ellos.
Algunos se comparan con otros que pueden trabajar menos horas, ganando lo suficiente para brindarles lo que necesitan y esa comparación los hace sentir culpables.
Otros, especialmente madres que trabajan como amas de casa y están junto a ellos, se cuestionan si el tiempo que están con sus hijos es de buena o mala calidad.
O sea que hagan lo que hagan, algunos padres, ¡se sienten como ausentes en la vida de sus hijos!
Surgen entonces una definición del tiempo clasificándolo como "un tiempo de calidad".
¿Qué es ese tiempo de calidad? Cada padre responderá aquello que interpreta como el mejor tiempo que comparten, que puede ir desde mirar juntos un programa de TV a un largo viaje.
Estar juntos sin comunicarse por horas, días, actividades compartidas, ¿es tiempo de calidad?
Alguien dio esta definición que me encanta: "Dedicar tiempo de calidad significa amar de cerca. En ese tiempo se construyen los recuerdos inolvidables del futuro." Tiempo de calidad no es sólo hacer algo juntos, sino conversar, compartir emociones, enseñar, dar ejemplo, divertirse. "Tenemos que propiciar encuentros en los que podamos percibir su confusión y orientarlos, así como percibir sus cualidades y fortalezas para reafirmarlas”.
Una de las tantas cosas que propicia un tiempo de calidad es enseñarles acerca del uso de diferentes tipos de herramientas e involucrarlos en arreglos del hogar, como lo hace mi amigo Ricardo con Nacho y Belén y además practicando como Jesús lo enseña, la solidaridad y ayuda mutua porque ese mueble que están armando ¡¡es mío!!

Pero no todos tienen habilidades como esa, de hecho, tuve que pedir su ayuda. Pero otra cosa que permite tiempo de calidad con los hijos es cocinar juntos, como lo hacía mi mamá conmigo y yo con mi sobrina.
Te propongo cosas sencillas para involucrar a tus hijos, sobrinos o nietos en la cocina y encima aprovechar cosas que tenés en la heladera como sobrantes, ¿vamos a leer las recetas de un trío de tortillas?
TORTILLA DE CREPES

Crepes
Huevos
Fiambre (puede ser panceta, o longaniza o jamón en cubitos o lo que te guste)
Sal
Pimienta
Cortás en tiras o cuadraditos los crepes.

En un bol batís los huevos, condimentás, agregás el fiambre y los crepes.
Untás una sartén con aceite o spray vegetal y luego el batido.
Cuando se cocina de un lado, la das vuelta para cocinar el otro lado y...¡ya está!
TORTILLA DE PURÉ DE PAPAS

Puré de papas rústico saborizado con sal, pimienta y nuez moscada
Agregarle cebolla y ajo picaditos rehogados en un poco de aceite
Untar una sartén con aceite o spray vegetal.
Colocar un poco del puré, agregar encima rodajas de tomate, tiritas de morrón rojo, jamón en cubitos y cubrir con más puré.
Cocinar de un lado y del otro y servir caliente.

TORTILLA CAPRESE

Huevos

Tomates cherrys
Cubos de queso cremoso
Hojas de albahaca
Sal
Pimienta
Untar sartén con aceite o spray vegetal.
Batir los huevos con sal y pimienta.
Colocarlos en la sartén, encima colocar los tomates, queso y hojas de albahaca.

Dejar cocinar lentamente en fuego bien bajo.

Si las hacés, ¡cómo me gustaría saberlo! Que te queden bien sabrosas.






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