Padres y madres que trabajan para pagar comida, ropa, educación, salud, recreación de sus hijos y
mucho más, a veces ausentándose largas horas del hogar, sienten culpa por no
estar junto a ellos.
Algunos se comparan con otros que pueden trabajar menos horas, ganando
lo suficiente para brindarles lo que necesitan y esa comparación los hace
sentir culpables.
Otros, especialmente madres que trabajan como amas de casa y están
junto a ellos, se cuestionan si el tiempo que están con sus hijos es de buena o
mala calidad.
O sea que hagan lo que hagan, algunos padres, ¡se sienten como
ausentes en la vida de sus hijos!
Surgen entonces una definición del tiempo clasificándolo como "un
tiempo de calidad".
¿Qué es ese tiempo de calidad? Cada padre responderá aquello que
interpreta como el mejor tiempo que comparten, que puede ir desde mirar juntos
un programa de TV a un largo viaje.
Estar juntos sin comunicarse por horas, días, actividades compartidas,
¿es tiempo de calidad?
Alguien dio
esta definición que me encanta: "Dedicar tiempo de calidad significa amar de cerca. En ese tiempo se construyen los recuerdos inolvidables del
futuro." Tiempo de
calidad no es sólo hacer algo juntos, sino conversar, compartir emociones,
enseñar, dar ejemplo, divertirse.
"Tenemos que propiciar encuentros en los que
podamos percibir su confusión y orientarlos, así como percibir sus cualidades y
fortalezas para reafirmarlas”.
Una de las tantas
cosas que propicia un tiempo de calidad es enseñarles acerca del uso de
diferentes tipos de herramientas e involucrarlos en arreglos del hogar, como lo
hace mi amigo Ricardo con Nacho y Belén y además practicando como Jesús lo
enseña, la solidaridad y ayuda mutua porque ese mueble que están armando ¡¡es
mío!!
Pero no
todos tienen habilidades como esa, de hecho, tuve que pedir su ayuda. Pero otra
cosa que permite tiempo de calidad con los hijos es cocinar juntos, como lo
hacía mi mamá conmigo y yo con mi sobrina.
Te propongo
cosas sencillas para involucrar a tus hijos, sobrinos o nietos en la cocina y
encima aprovechar cosas que tenés en la heladera como sobrantes, ¿vamos a leer
las recetas de un trío de tortillas?
TORTILLA DE CREPES
Crepes
Huevos
Fiambre
(puede ser panceta, o longaniza o jamón en cubitos o lo que te guste)
Sal
Pimienta
Cortás en
tiras o cuadraditos los crepes.
En un bol
batís los huevos, condimentás, agregás el fiambre y los crepes.
Untás una
sartén con aceite o spray vegetal y luego el batido.
Cuando se
cocina de un lado, la das vuelta para cocinar el otro lado y...¡ya está!
TORTILLA DE PURÉ DE PAPAS
Puré de
papas rústico saborizado con sal, pimienta y nuez moscada
Agregarle
cebolla y ajo picaditos rehogados en un poco de aceite
Untar una
sartén con aceite o spray vegetal.
Colocar un
poco del puré, agregar encima rodajas de tomate, tiritas de morrón rojo, jamón
en cubitos y cubrir con más puré.
Cocinar de
un lado y del otro y servir caliente.
TORTILLA CAPRESE
Huevos
Tomates cherrys
Cubos de
queso cremoso
Hojas de
albahaca
Sal
Pimienta
Untar sartén
con aceite o spray vegetal.
Batir los
huevos con sal y pimienta.
Colocarlos
en la sartén, encima colocar los tomates, queso y hojas de albahaca.
Dejar
cocinar lentamente en fuego bien bajo.
Si las
hacés, ¡cómo me gustaría saberlo! Que te queden bien sabrosas.
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