Belén, cuyo significado es "Casa del pan" vivió una noche
inigualable. Sobre una posada colmada de forasteros, más específicamente sobre
su establo, se detuvo una estrella de un brillo especial. En medio del calor y
olor de los animales se escuchó el llanto de un recién nacido. ¿Para qué se
trasladaron hasta allí, en medio de la noche, los sabios de Oriente y los
pastores de ovejas? ¿Quién era este bebé que recibió visitas tan particulares?
Descendía de la tribu de Judá y del linaje del Rey David, pero era
Hijo de Dios. Siglos atrás los profetas habían anunciado su nacimiento y su
misión. Un ángel le reveló a José, su padre adoptivo y a María la madre que lo
concibió por intervención divina que sería llamado hijo del Altísimo.
Un coro de ángeles anunció su nacimiento en los campos cercanos a
Belén
En medio de su literal pobreza, este niño recibió adoración, admiración
y regalos muy valiosos material y simbólicamente como el oro, incienso y mirra.
El oro resaltando su realeza, el incienso su divinidad y la mirra su sufrimiento
y muerte futura para perdonar los pecados de quien se lo pidiera.
José y María ¿se sentirían invadidos por estas visitas desconocidas?
Pienso que no, al contrario, estaban tan solitos que seguramente fueron un gran
apoyo para ellos y tuvieron con quien compartir su enorme dicha.
Cuando los pastores se retiraron al campo nuevamente y los sabios
prosiguieron su marcha, en la quietud de la noche, María meditaba en su corazón
acerca de todo lo que rodeaba al nacimiento de su primer hijo.
Habrá recordado las palabras del profeta Isaías: "Porque un niño
nos es nacido...Y llamarás su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de paz". "Y llamarán a ese niño Emanuel. Este nombre
significa: Dios está con nosotros".
El anuncio del ángel: "Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús.
Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados".
"Este niño llegará a ser muy importante, y lo llamarán Hijo del
Altísimo". "El niño vivirá completamente dedicado a Dios, y será
llamado Hijo de Dios".
Y lo que contaron los pastores acerca de lo que les dijo el ángel:
"¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor!"
"María quedó muy impresionada por todo lo que estaba sucediendo,
y no dejaba de pensar en eso."
No era para menos, no sólo tuvo un bebé hermoso, sino un niño sobre
quien se dijeron cosas asombrosas.
La Navidad está muy cercana, tal vez es la primera vez que te
encontrás leyendo algo sobre lo que la Biblia nos relata acerca de ella; puede ser
que conozcas casi de memoria la historia acerca del nacimiento de Jesús; pero
te invito a que hagas como María, que te impresiones con todo lo que rodea a
este Niño que nació en Belén y no dejes de pensar en eso. Yo haré de mi parte
lo más posible.
Ya tengo en el frezeer adelantando mi trabajo en la cocina, unos mini
pan dulces que me encanta hacer y...¡¡comer!! Te dejo el paso a paso.
PAN DULCE
LICUADO
INGREDIENTES
PONER EN EL VASO DE LA LICUADORA O
MULTIPROCESADORA Y LICUAR 3 MINUTOS:
4 huevos
1 taza y 1/4 taza
de azúcar
1 cucharada de miel
200 g de manteca
blanda
60 g de levadura
fresca
1 taza de agua
mineral con gas
2 cucharadas de harina
1 cucharada de agua
de azahar
BOLS
el licuado
800 g de harina aproximadamente
Amasar. Se debe obtener una
masa de consistencia batida.
Dejar descansar
30 minutos.
AGREGAR:
la fruta picada y
enharinada
250 g fruta
abrillantada
100 g pasas de uva
100 g nueces
TIP: se puede poner sólo chispas de chocolate
Poner en moldes
hasta la mitad de los mismos.
Dejar leudar y
pintar con bastante huevo batido.
Hornear a 175°, cuidar
todo el tiempo, pues el tiempo de cocción varía según el tamaño del pan.
Cuando se saca
del horno pintar con jalea o mermelada diluida en ollita con agua para dar
brillo.
Una vez frío si
se quiere otra presentación, se puede cubrir con un azucarado hecho con azúcar
impalpable y agua.
Si los hacés para regalar podés ponerlos en una linda bolsita y rodearla con una cinta o moño.
Las fotos anteriores eran de mini panes dulces. Esta es de un molde grande y dos medianos.
¡Animate y hacélo!
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