En la
primera Navidad, cuando los pastores llegaron al establo del mesón hallaron al bebé tal cual anunciaron los
ángeles. Dice la historia que la gente se maravillaba de todo lo que ellos
contaban del niño que dormía en el pesebre: Salvador, Cristo, Señor.
Tuvieron
que regresar para cuidar sus ovejas y por el camino iban agradeciendo y elogiando
a Dios porque vieron aquello que habían oído.
Esa
noche en torno al fogón había un solo tema, lo demás había pasado a un plano
secundario, el niño ocupaba sus pensamientos y corazones.
En los
días previos a esta Navidad, qué es tu tema atrapante, ¿la comida? ¿los
regalos? ¿la ansiada licencia? ¿los que ya no estarán en torno a la mesa
familiar?
Homenajear
a alguien sin que éste sea el centro de la celebración suena a ridículo. ¿Es
coherente reunirse y hacer fiesta en honor de alguien y que la persona no esté
presente? Sin embargo en muchas casas en Navidad ni se sabe a quién se
homenajea ni lo qué se festeja. Están presentes el árbol de Navidad, los
budines o panes dulces, los fuegos artificiales, el champagne, pero Jesús no
fue invitado.
En
Uruguay si se pregunta a la gente qué se celebra el 24 de diciembre la mayoría
dirá, que el día de la familia. Y cuál es el personaje principal, muchos dirán
que Papá Noel.
¿Qué
temas tienen su lugar destacado? Tal vez la política, los deportes, la economía,
todos pendientes de la TV o los celulares, y el niño pasa a un plano muy, pero
muy secundario y tal vez inexistente.
No está
mal celebrar, comer, regalar, mantener una conversación animada y variada, pero
demos al niño el lugar central y tal vez pueda servirte alguna idea de cómo
tenerlo presente. Por ejemplo, separar un tiempo para leer de la Biblia la
historia de su nacimiento; con o sin instrumento entonar algún villancico;
poner debajo de los platos o dentro de una canasta un dibujo de los personajes
de la primera Navidad y entre todos recrear el relato bíblico; que cada uno
diga un nombre del Señor Jesús y qué le provoca pronunciarlo; y tantas otras
lindas ideas que pueden ir pensando desde ya para recordar al niño que nació
para transformar las vidas de quienes se acercan a él.
Y como
aporte a la celebración te comparto una receta sencilla pero fácil y rica.
BUDÍN INGLÉS
INGREDIENTES
BATIR
100 g
de manteca a temperatura ambiente o 80 cc de aceite (usé este último)
3/4
taza de azúcar hasta quedar cremoso.
Si usás
aceite conviene que batas hasta que cada vez sientas menos el crac, crac del
azúcar.
AÑADIR
2 huevos
de a uno, batiendo después de cada adición.
TAMIZAR
3 tazas
de harina
6
cucharaditas de polvo de hornear
AGREGAR A LA PRIMERA MEZCLA
alternando
con 3/4 taza de leche
vainilla
(opcional)
Se empieza y termina con harina.
INCORPORAR
3/4
taza de pasas
3/4
taza de fruta abrillantada
1/3
taza de nueces picadas
Todas
estas frutas deben estar previamente pasadas por harina para que no se vayan al
fondo.
Verter
en molde de budín previamente enmantecado y enharinado.
Horno
160º a 180°. Lleva más o menos una hora y 15 minutos en el molde de budín
grande.
Se
pueden hacer más pequeños,
y tener en cuenta llenar el molde hasta un poco más
de la mitad.
Cuando tome color dorado y empiece a despegarse de los bordes, pinchar con un palito de brochete y si sale limpio, ya está pronto.
Podés hacerle una cubierta de glacé, o espolvorearlo con azúcar impalpable, o hilos de chocolate cobertura o dejarlo al natural.
Si lo
hacés dos días antes no sólo te evitás trabajo de último momento, sino que el
budín estará más rico.
Si lo
hacés contame qué tal fue la aceptación y ¡buen provecho!
De esa receta te salieron esos 3?
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