En los medios se está insistiendo mucho en entrevistas a profesionales
especializados acerca de la obesidad y sobrepeso que crece estadísticamente en
Uruguay. Se analiza el problema interdisciplinariamente y es interesante el
aporte de cada una.
Es como una guerra declarada de parte de la alimentación consciente y
saludable contra los alimentos ultraprocesados.
Se discuten las variables de la falta de tiempo-reorganizar la vida;
el gasto-ahorro del dinero; tiempo compartido en familia-tiempo individual;
aceptación física del entorno-bullyng; buena salud-enfermedades; publicidad
engañosa-fanatismo por lo natural; placer-adicción; sectores mejor
pagos-sectores de bajos salarios...¡y muy interesante los debates que se
generan!
Pero hay algo innegable y es que necesitamos comer a diario y cuanto
mejor nos alimentemos, sumado a otros buenos hábitos, tenemos más
probabilidades de sentirnos bien.
Alimentamos nuestro físico bien o mal, tenemos un alma y un espíritu
también a los cuales alimentar, ¿cómo lo hacemos, bien o mal?
Según sean tus valores será la manera de cómo te alimentás
interiormente. Las conductas se aprenden y las conductas se pueden modificar,
tanto en el plano físico como en el interior.
Las voces autorizadas nos dicen qué es bueno o malo para la salud y
bienestar físico, decidimos y actuamos en consecuencia.
¿Qué voz autorizada determina lo bueno y lo malo, lo correcto y lo
incorrecto, lo conveniente o inconveniente...? Y aquí hay algo que se debe
considerar, nuestro físico cuidado o descuidado, sano o enfermo, un día
acabará, la muerte llegará de alguna manera. Nuestro ser interior es eterno,
sí, continúa viviendo más allá de la muerte y es en vida que se decide su
destino inmortal, infinito.
Hoy es un buen día para buscar las respuestas en Dios.
Y te comparto unas rosquitas sanas, que duran varios días crocantitas
y con buen sabor.
ROSQUITAS DE SÉSAMO Y
VINO
INGREDIENTES
MEZCLAR BIEN EN UN BOL
1/2 taza de
azúcar
1/2 taza de
aceite de oliva
AGREGAR Y CONTINUAR BATIENDO
1/2 taza de
vino
1/4 taza de
sésamo tostado
AGREGAR DE A POCO
2 tazas y
1/3 de harina
1
cucharadita de polvo de hornear
Amasar hasta que se despegue de las manos.
Dejar descansar por 30 minutos.
Volver a amasar. Separar bollitos (yo logré 28) y luego formar con
cada uno bastoncitos a los cuales darles la forma que se desee.
Colocar sobre asadera cubierta de papel manteca o de lámina de
silicona y hornear a 175° por unos 20 a 30 minutos (depende del horno y el
tamaño de las rosquitas)
Al enfriarse quedan más crocantes por lo tanto no dejar que se cocinen
de más pues quedarían demasiado duras una vez que enfríen.
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