jueves, 13 de julio de 2017

Galletitas de quinoa, nueces, coco y chocolate

¿Fecha comercial? Claro, pero un buen pretexto para hacer que por un día los papás sean los Reyes de la casa.
Tengo preciosos recuerdos de mi papá en diferentes etapas de mi vida. Si bien hace tanto tiempo partió a la eternidad, su presencia a través del ejemplo de vida, consejos, rezongos, silencios o charlas profundas están en mi corazón.
Ojalá todos vivieran con el apoyo de un papá que junto al otro pilar de la familia, la mamá, dan firmes bases en la educación y formación de cada hijo.
Si no es tu realidad o la de tus hijos, nietos, sobrinos, tratá de honrar a otros "papás" que hay en la familia como tíos, abuelos que fueron un sostén emocional sobre todo.
Te comparto dos frases que me gustaron y ojalá las puedas sentir en tu corazón también.
"¡Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre!" Juan Luis Vives
"A medida que transcurre el tiempo, sé que tu rostro cambia, pero también sé que no lo hace tu corazón, quiero que sepas que tu presencia en mi vida me motiva a seguir luchando." 
Para quienes ya no tenemos a nuestro papá, sea por la razón que sea, tenemos un Padre inigualable: "Aunque mi padre y mi madre me abandonen (negligencia, divorcio, muerte, otros), tú, Señor, te harás cargo de mí".
Con esta confianza, y con la ilusión de celebrar este día el próximo domingo en Uruguay, te paso la receta de unas galletitas fáciles de hacer y muy nutritivas.
GALLETITAS DE QUINOA, NUECES, COCO Y CHOCOLATE

TENER PRONTOS
Nueces o almendras procesadas 3/4 taza
Una asadera cubierta con silicona, o papel manteca o apenas enmantecada

BOL


1 taza de quinoa cocida
1/4 taza de coco rallado
3/4 taza de nueces o almendras procesadas
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 taza de chispas de chocolate o chocolate trozado chico
3/4 taza de azúcar rubia
1 cucharada de aceite alto oleico
1 cucharada de maicena
1 cucharada de vainilla
Unir todo bien con las manos,
hasta que quede bien integrado formando una masa moldeable, pero sin consistencia como para estirar con palote.
Formar bolitas con las manos, o tipo tortitas más aplastadas, o usar una cintura para moldearlas e ir colocando sobre una asadera cubierta con papel manteca o silicona.
Ponerlas bastante separadas
porque se extienden y pueden pegarse una a la otra.
Sacarlas de la bandeja cuando estén frías.
Su textura al enfriarse es particular, al morder se sentirán crujientes por fuera y blandas en el interior.
Duran varios días en recipiente hermético.

Son especiales para regalarle a los papás de la familia y facilísimas de hacer por los niños con sus propias manos.
Que tengan un feliz día en familia, con cariño,

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