" Un regalo, es un gesto de desprendimiento cuyo objetivo es
traer felicidad a la otra persona, mientras expresamos nuestro afecto y nuestro
cariño. Por eso, lo mejor del regalo… es el abrazo." (Sixto Porras)
¡Cuántas veces hemos sido inspirados por alguien que llegó
en el instante justo para hacer la diferencia en un mal momento de nuestras
vidas!
No fuimos hechos para ser el centro de las atenciones, sino
para inspirar amando; el amor de Dios tocando vidas a través del nuestro.
Cuando la familia, amigos, compañeros de trabajo, atraviesen
experiencias que oscurezcan su horizonte, estemos allí con una sonrisa, un
fuerte abrazo y por qué no un sencillo presente.
Tal vez estas rosquitas que podemos hacer con forma de
corazón, en un lindo envoltorio, sean la expresión cariñosa que endulzará la
vida de alguno y ¡no es necesario esperar hasta San Valentín!
Esta es la receta:
4 tazas de
harina
1 cucharada
de polvo de hornear
1/3 taza de
azúcar
1 huevo
1/2 taza de
aceite
Anís
(opcional)
Si es
necesario porque te queda un poco dura para manipularla, agregar agua de a poco
hasta sentirla moldeable.
Se cortan pequeñas porciones (unas 40 aprox.) se hacen cilindros
y se les da la forma de corazón (pero se pueden hacer trenzas, rueditas, S,
moñitos, etc.)
Pintar con huevo, espolvorear con semillas o azúcar o nada.
Pintar sólo arriba porque si no, quedan pegados a la placa. |
Guardadas herméticamente se conservan bien durante varios días.
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