Siguen los calores en Montevideo, y para no prender el horno
tan seguido hoy me puse a preparar una variante de los pancakes, hotcakes o
tortitas americanas.
Son de calabaza y cebolla, por cierto una variante que no se
presta para desayunar, sino para un almuerzo o cena liviana que pueden
acompañarse de lo que te guste, fiambres, quesos, verduras, fruta...hasta donde
lleguen tus gustos y maneras de mezclar texturas y sabores.
Hasta podés complementar esa comida con una rica sopa fría
de tomate, o de yogurt y pepino, tal vez de apio.
Mientras preparaba el puré de calabaza, recordaba una
historia de la Biblia. Para quienes están familiarizados con el texto bíblico,
tal vez también lo relacionen, Jonás y la calabacera. Pero no era una planta de
calabaza, sino una mata que en Oriente Medio crece muy rápidamente, el Ricinus
Communis. Dios apresuró milagrosamente su natural rápido crecimiento para darle
una lección al enojado Jonás y rápidamente hizo que se secara. Esto enfureció aún
más al profeta. Entonces Dios le explica que su enojo porque una planta nace y
muere en un día no es correcto ni justo, ante 120 mil personas que no saben qué
hacer para salvarse: "¿No crees que yo debo preocuparme y tener compasión
por la ciudad de Nínive"? (Jonás 4.11 TLA) Hoy Dios continúa mostrando su
compasión por el mejor moralista y por el peor perverso porque tanto uno como
el otro sin Dios están perdidos. No vayamos como Jonás a hablarles de Jesús a
la fuerza, sino con ánimo pronto.
Nuestras calabazas hoy serán protagonistas y en una versión novedosa.
En
un bol mezclar:
300
g de harina
1
cuchara de azúcar
1
cuchara de polvo de hornear
Sal,
toque de pimienta
Añadir:
1
taza de puré de calabaza o zapallo
Ciboulette
picado fino o cebolla rallada
En
un recipiente unir y añadir a los secos con batidor de alambre para evitar
grumos:
1
huevo
125
gr de manteca (Yo usé 100 cc de aceite altooleico)
80
cc de leche
Si
la consistencia no te queda chirla por el tipo de harina, tamaño del huevo,
etc, podés agregarle un poco de leche para aligerarla.
Dejar
descansar la mezcla en la heladera una media hora.
En
una sartén chata, si es de teflón mejor, poner gotitas de aceite y con un
cucharón dejar caer la masa sobre sí misma hasta que se forme la tortita.
Cuando se dora de un lado, darla vuelta y terminar de cocinarla.
Repetir
esta operación hasta acabar la masa.
Una
vez prontas, ya es momento de comerlas junto a la familia o amigos o sol@ y
esto último que no te dé pereza, a mí no me da para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario