En una entrada anterior mencioné
que poco a poco subiría alguna receta más con quinoa.
Es tan rica que en estos días
volví a preparar otra comida: una tarta de quinoa y atún, dos ingredientes
principales y aconsejados en la dieta semanal.
En el Nuevo Testamento hay varias
referencias a los peces relacionados con la vida de Jesús, la multiplicación de
los panes y los peces, la pesca milagrosa, el desayuno en la playa luego de su
resurrección, el llamado a sus discípulos para ser pescadores de hombres...
De los pasajes que mencioné me
gusta pensar en la actitud del niño que en ningún momento dudó de que su
merienda iba a servir para alimentar a más de 5.000 personas y que aún iban a
llenar canastas con los pedazos que sobraron luego de quedar todos satisfechos.
Fe de niño, fe en Dios, fe en el poder de la oración que elevó Jesús, fe en que
nada es poco cuando está en las manos de Dios, fe que se desprende de lo propio
para ayudar a otros, fe que lo que damos será retribuido en medida generosa, fe
y obras de fe.
Usé para esta tarta masa comprada
y la estiré con palote ya que quería que fuera bien fina porque la cantidad de
relleno también lo quería así, pero vos podés darles a ambos el grosor que
gustes.
Y acá te paso la receta que
preparé con ingredientes que tenía en la heladera y agregué a la quinoa
hervida.
- · 1 taza de quinoa ya cocida
- · 1 taza de puré de calabaza o zapallo
- · Cebolla, morrón y ajo rehogados
- · 1 lata de lomos de atún
- · Aceitunas en trozos
- · 1 huevo batido para ligar
- · Sal, pimienta
Forrar una tartera con la masa,
agregar el relleno, llevar a horno hasta que los bordes de la tarta estén
dorados y el huevo esté cocido.
Acompañar de la ensalada que gustes y una sopa
fría y...
...a vivir la semana con fe.
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