Llegamos a San Valentín luego de ver algunas maneras de agasajar a la
familia o a los amigos.
También tuvimos reflexiones en torno a la gente que nos rodea y cómo
mejorar la forma de relacionarnos con ellos.
Hoy el consejero familiar Sixto Porras subió a su página esta frase: No dejamos de amar porque ya no sentimos, no sentimos porque
dejamos de alimentar el amor.
Luego del 14 de febrero la vida continúa y tenemos que superar los logros
alcanzados en materia de dar amor y dejarnos amar.
El amor
se alimenta, se construye, se aviva y si hay amistades que descuidaste, o
miembros de tu familia que desatendiste, es buen momento para decirles que son
importantes, que te hacen bien, que disfrutás a su lado.
De paso,
podés mimar a alguno con unas deliciosas tartaletas de chocolate por fuera y
por dentro.
¿Vemos
la receta?
Poner
en un bol:
1 taza y
1/2 de harina
4
cucharas de cacao en polvo
1/2 taza
de azúcar
Con
un tenedor deshacer hasta que quede como arena:
110 gr de
manteca cortada en cubos
Incorporar:
1 yema
1
cucharita de agua
1
cucharita de vainilla
Si la
masa queda muy dura o seca se puede ir agregando de a poquito más agua. Esto
puede pasar por el tipo de harina, azúcar o tamaño de la yema usados.
Dejar
descansar media hora en la heladera.
Luego
dividir la masa en 12 porciones de 40 g cada una. Estirar y colocar en moldes
individuales o de muffins enmantecados y enharinados y pinchar para que no se
inflen demasiado al cocinarlas.
Retirar
a los 20 minutos aproximadamente
y una vez frías, rellenar con chantilly de
chocolate.
Y ya
está pronto todo para servirlo como postre luego del almuerzo o la cena con un
rico café.
¡Cómo me
gustaría saber si esta serie sobre San Valentín te fue útil! Aguardo tus
comentarios.
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