Té armenio con clavo y canela

Cuando empecé el blog, escribí que les iba a contar acerca de mi nombre y hoy es un buen momento para hacerlo.

Mi nombre verdadero es Gifor, sí, y casi nadie lo sabe porque todos me llaman Perla.

Gifor era mi abuela paterna y así me inscribieron mis padres en la partida de nacimiento, significa "Perlita".

Mis abuelos paternos y maternos eran de origen armenio, por lo tanto soy una tercera generación de armenios en la diáspora. Nací en Montevideo, capital del Uruguay en América del Sur y estoy orgullosa de eso; por otro lado hay cosas que escuché de niña que hacen que próximo a la fecha del 24 de abril de cada año sienta orgullo de venir de una nación que no se dio por vencida pese al genocidio que se perpetró contra ella en 1915.

Para honrar la memoria de mis antepasados, quiero compartirte durante unos días, una serie de comidas que aprendí de mi abuela Anouch y de mi mamá.

Cada día te contaré algo de Armenia y espero que esta sección de comidas de Medio Oriente te agrade y pruebes cocinar alguna de las recetas.

Empezaremos con un té de clavo y canela.

Té con clavo y canela (12 porciones)

En una cacerola poner 1 litro y ½ de agua

En una bolsita de tul, tela fina o el contenedor colocar ½ cta. de clavo de olor y una rama chica de canela  (se puede aumentar o quitar según el gusto de cada uno).

Llevar a punto de hervor.

Quitar del fuego y agregar 1 y ¼ cucharada de té (puede ser 5 bolsitas de té o según les guste más o menos fuerte).

Dejar reposar 5 minutos. Retirar las bolsitas con el clavo y canela.

Agregar azúcar a gusto en cada taza.

Puede ponerse en la cacerola ½ taza de azúcar y ya servir azucarado (esta medida también es a gusto según el paladar de cada uno).

Mantener caliente y servir de inmediato.

¡Que te quede rico!

Me gustaría mucho interactuar con los seguidores, así que espero tus comentarios y fotos de lo que cocines; vas a ver que no es tan difícil como parece.