¡Primeros fríos otoñales en Uruguay! Variedades de manzanas inspiran a
probar recetas con ellas como protagonistas. Y los protagonistas de estas
entradas del blog, son los que Jesús mentoreó, 12 hombres que fueron humildes para aceptar que pese a
seguirlo le fallaban a menudo. Sus vidas transformadas y continuamente restauradas
por Jesús son un calco de las nuestras. Como nos falta descubrir algunas cosas de
los últimos cuatro discípulos... ya lo haremos.
TOMÁS,
su otro nombre era “Dídimo” que significa “gemelo”.
Jesús estaba enfrentando mucha oposición en Jerusalén al punto que
querían apedrearlo. Él estaba decidido a
ir y sus discípulos no; es entonces cuando por primera vez en los evangelios, se escucha hablar a
Tomás diciéndole a sus compañeros: “Vamos nosotros también para que muramos con
él”. Valiente y fiel, además tenía influencia sobre sus compañeros porque los
anima a seguir a Jesús cualquiera fuese la consecuencia, aún morir.
El grupo de discípulos estaba orando luego de la resurrección de Jesús,
menos Tomás, cuando de golpe aparece el Maestro. Tomás no cree en lo que sus compañeros le cuentan, quiere ver las marcas
de la crucifixión.
A los ocho días Jesús vuelve a aparecer y al ver a Tomás le dice: meté
tu mano en mis heridas así verás que soy yo. El valiente, fiel e influyente
manifestó incredulidad y sin embargo Jesús no le impidió ser su discípulo.
SIMÓN EL CANANISTA o SIMÓN ZELOTE Los zelotes eran un partido
político ilegal que conspiraban para derrocar al gobierno romano. Como no
tenían ejército, usaban el sabotaje y mataban para llevar a cabo sus planes
políticos. Eran terroristas. Los ataques los hacían en público para sembrar el
terror.
Algunos se llamaban “sicarios” (hombres del puñal) por la daga pequeña
y curvada que usaban oculta entre sus ropas. La empleaban para matar a enemigos
políticos como los cobradores de impuestos.
Una muestra del poder transformador de Jesús en la vida de los hombres
es que Mateo un ex publicano y Simón un ex zelote, fueran parte del grupo de los
doce. ¡Cuántas veces Simón habrá discutido con Mateo mientras aprendía la tolerancia,
la aceptación, y guardar la unidad! Jesús con paciencia no desesperó de la vida
de su discípulo ex-sicario.
JACOBO EL MENOR, este Jacobo es un personaje casi desconocido y
poco destacado. Su nombre era muy común entre los israelitas y se le identifica
como “el menor”. Lo único que se dice de él es que era hijo de Alfeo, que su
madre se llamaba María y que era hermano de José. Un perfecto desconocido fue
elegido por Jesús que debe haber visto en él potencial de liderazgo y fidelidad
a Dios.
JUDAS EL HIPÓCRITA TRAIDOR Tuvo un cargo de mucha confianza
porque era el tesorero del grupo. Nadie sospechaba de él ya que cuando Jesús
anunció que uno de ellos lo iba a traicionar, ningún compañero desconfió que
fuera el sujeto miserable que vendería a su Maestro por pocas monedas.
La adhesión que Judas sintió por Jesús no fue espiritual; si Jesús
era un líder político y triunfaba, él podría llegar a tener un cargo de poder.
Su traición no fue algo impulsivo, sino planeado y premeditado. Sintió
remordimiento pero no fue arrepentimiento y por eso se ahorcó. Estuvo dentro
del círculo de discípulos pero no se dejó transformar por Jesús aunque tuvo las
mismas oportunidades de sus compañeros.
Llegamos al final de este breve pantallazo acerca de los 12
discípulos de Jesús. Hombres comunes y corrientes, pulidos por Jesús, que
amaban a su Maestro a pesar de sus debilidades. Jesús sabía que seguirían fallando y que lo amaban
con sinceridad, por eso depositó en ellos su confianza así como lo hace con
nosotros. Sí, sí, ya vamos a la receta!
ROLLITOS DE MANZANAS (8 unidades)
EN MICRO
AL 100%
2 manzanas peladas, cortadas en dados pequeños. Sugiero no poner azúcar pues en esta
forma de cocción el jugo lo almibara.
Para la masa:
EN UN
BOLW
1 taza y
media de harina, más media cuchara
2 cucharas
de azúcar
HACER UN
HOYO EN EL MEDIO Y AGREGAR
1 terrón de levadura fresca desgranado
2 cucharas al ras de aceite
125 cc de leche a temperatura ambiente
Unir, amasar bastante y dejar descansar 15 minutos.
Estirar bien fina, untar con un poco de manteca o aceite y espolvorear un puñado
de copos deshechos para evitar que las manzanas humedezcan la
masa. Me gusta mezclarlos con un poco de coco rallado.
Una vez frías las manzanas esparcir sobre la superficie, si se desea,
agregar pasas de uva o ciruelas.
Enrollar del lado más largo sin ejercer presión.
Cortar trozos (a mí me salieron 8) y colocarlos parados con el corte
hacia arriba en un molde enmantecado.
Si se desea, espolvorear el fondo del molde con azúcar.
Sobre cada trozo se puede espolvorear con azúcar blanca o rubia.
Al sacar del horno una vez cocido espolvorear con azúcar impalpable.
VARIANTE: Al estirar la masa, cubrirla con una capa de crema pastelera y luego cubrir con las manzanas: ¡¡una delicia!!
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