En Uruguay estamos en otoño, pero el frío que vivimos estos días es
como si fuera pleno invierno.
Nos apetecen cosas calientes, y que aporten energía. No todos cuentan
con los recursos como para enfrentar este clima y en los noticieros se está
dando un espacio a movimientos que promueven la ayuda material ya sea en
vestimenta o alimentos.
Es conmovedor ver la
solidaridad de nuestros compatriotas en situaciones semejantes o de catástrofe.
Cuando entre cristianos comento qué bueno es ver jóvenes, mujeres o
empresarios de la sociedad apoyando al menos favorecido, no falta quien diga
"vaya a saber con qué motivación o intención lo hacen". Y ¿sabés qué?
Generalmente quien hace un comentario de este tipo, no brinda su ayuda espontánea
y generosa, quiere tapar su egoísmo juzgando lo que otros hacen. Me quedo
pensando qué pena que sienta y actúe con la motivación y la intención de
desobedecer a Dios. Innumerables veces leemos en la Biblia pasajes como: "más bienaventurado es dar que
recibir" y "No te niegues a
hacer un favor, siempre que puedas
hacerlo", o, "Si eres bueno
con los pobres Dios te bendecirá", también "Dios bendice al que es generoso y al que comparte su pan con los
pobres"; "Dios es abogado
de los pobres"...y muchos más.
Por otro lado, muchas iglesias, no salen en televisión o los diarios
como noticia y a lo largo del año, no en momentos puntuales, sostienen
merenderos, prestan ayuda a través de la consejería, brindan apoyo escolar, enseñan
oficios, y sin la intención o motivación de ser aplaudidas.
A diario se nos presentan oportunidades de tenderle la mano a alguien
y cuando lo hagamos que nuestra motivación e intención sea llevar el amor de
Jesús en hechos y no sólo en palabras.
Hace tiempo
quería hacer alguna receta con anís y en Internet encontré esta de un pan de
anís que para mi gusto al momento de comerlo, lo hago sin untar ni acompañar
con nada; me encanta apreciar los sabores de las semillas.
Te paso la
receta con ilustraciones.
PAN DE ANÍS
DISOLVER
1/2 pocillo
de agua tibia
1/2 cuchara
de harina
1/2 cuchara
de harina
30 g de
levadura fresca
EN BOL
500 g de
harina
150 g de
azúcar
Deshacer con
las manos en ellos 100 g de manteca
AGREGAR
MEZCLANDO
1/2 taza de
leche
3 huevos
1 cuchara al
ras de semillas de anís
1 cuchara al
ras de semillas de sésamo naturales
1 cuchara al
ras de semillas de sésamo negro
INCORPORAR
La levadura
disuelta
Amasar,
dejar leudar al doble.
Colocar en
molde grande de budín enmantecado o dos chicos. Dejar leudar y hornear a 180°
hasta su cocción probando con un palillo.
Se puede guardar en el frezeer.
En estos días pienso hacerlo otra vez, porque me encantó y tal
vez porque el horno prendido es tan agradable en invierno y el aroma de este pan llena toda la casa.
Hacélo y después me contás.
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