Hoy estaba sentada en la pintoresca Plaza
Matriz en el centro de Montevideo. Un lugar muy visitado por los turistas, los
grupos escolares, oficinistas, hombres de negocio, con lugares de comidas tanto
rápidas como gourmet, sus atractivos puestos callejeros, sus prestigiosos comercios
y la arquitectura de época que nos remonta a los tiempos de la conquista con la
emblemática puerta de la ciudadela, la iglesia matriz y otros.
En medio del bullicio del pleno mediodía
¡podía escucharse el canto de las aves!
Y aprovechando el tímido sol que hace
tiempo no se deja ver por estos lados, una abuela sacó a pasear a un personaje que
nos cautivó a todos los que ocupábamos los bancos que bordean la fuente: su
nieto. Parece que recién empezaba a caminar y quería mostrar y mostrarse a sí
mismo en su hazaña. Así que caminando como un pato sonriente, con su manito
izquierda iba saludándonos banco por banco y cayéndose cada vez que lo hacía.
Pero eso no le impedía volver a levantarse con la ayuda de la abuela y
continuar el show. Cada tanto levantaba su cabecita para mirar al cielo y ¡otra
caída! pero con su sonrisa siempre acompañándolo.
En su inocencia no tenía miedo de tantos
extraños, es más, no hacía diferencia de edad, sexo, apariencia, posición
social o cultura, a todos nos trataba por igual ¡con tanta simpatía!
¿Cuándo y por qué un niño pierde esa actitud
de aceptación? ¿Por qué cuando se da cuenta de que todos somos distintos
comienza a aceptar o rechazar, discriminar, despreciar, ridiculizar,
hostigar...?
Si todos pudiéramos ver a los otros
hombres con los ojos de un niño, quién te diga que tal vez habría paz en este
mundo fracturado por las guerras.
Dios en la Biblia vez tras vez enfatiza
cómo comportarnos en relación a los otros y sólo te comparto nada más que
algunos consejos de parte suya: "Vivan
siempre en armonía. No sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente
humilde. No se crean más inteligentes que los demás. Si alguien los trata mal,
no le paguen con la misma moneda. Al contrario busquen siempre hacer el bien a
todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. No busquen la
venganza. Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de
beber." Y hay infinidad de recomendaciones que si las practicáramos
este mundo sería distinto.
Con buena actitud, emprendamos la tarea
de hacer algo rico para compartir con generosidad a la familia, amigos,
necesitados.
CÓMO COCINAR CANELONES y NO MORIR EN EL INTENTO
Un día preparar los panqueques
Otro día hacer el relleno
Otro día cocinar las salsas (de tomate,
salsa blanca), rellenar, hornear y comer solo o en compañía unos ricos
canelones.
CANELONES DE CARNE
La masa
TAMIZAR
2 tazas de
harina
1
cucharadita de polvo de hornear
1/2
cucharadita de sal
MEZCLAR
1 huevo
batido
1 taza de
leche
1 taza de
agua (puede ser agua mineral con gas)
Verter los
líquidos sobre los sólidos, mezclar bien con batidor de alambre hasta que no
queden grumos. La consistencia debe ser apenas espesa, cosa que resbale sobre
la superficie de la sartén al ir girando ésta para que se extienda fina y
pareja.
Dejar
descansar la masa media hora.
Para hacer
los panqueques, untar una sartén chata o una panquequera con aceite o con
aceite vegetal en spray, o con un poco de manteca.
Con un
cucharón pequeño (no de sopa), ir vertiendo la masa sobre la sartén, haciéndola
girar para que la masa chirla (apenas espesa) no se quede pegada en un lugar, y
logrando que cubra toda la superficie.
Si la sartén
fuera de tefal con untar una vez es suficiente, si no, hacerlo cada vez. Y si
notás que se va pegando entonces por más que sea de tefal untala apenas
nuevamente.
Recordá que
siempre tiene que estar caliente y luego recién verter la masa.
El primer
panqueque generalmente no sale muy bien, pero el resto te quedarán finos y
parejos.
Apenas veas
que los bordes se despegan, es momento de darlos vuelta con una espátula y
terminar la cocción del otro lado.
Una vez que cada panqueque está terminado,
lo vas poniendo sobre los otros armando una montaña.
Cuando
acabás de hacerlos es el momento de rellenarlos.
El lado que
se hizo primero será sobre el cual pondrás el relleno.
Los podés
cerrar en forma de pañuelito o como un cilindro.
Los ponés
sobre una bandeja uno al lado del otro y lo podés cubrir con salsa de tomate o
con salsa blanca o ambas. Espolvorear con queso rallado y gratinar al horno.
Relleno
de carne
EN SARTÉN REHOGAR
1 cebolla picada chica
1/2 morrón picadito
1/2 kilo de carne picada
RETIRAR DEL FUEGO Y
AGREGAR
1 lata de arvejas o de choclo o ambos
1 papa hervida y cortada en cubitos
1 zanahoria hervida cortada en cubitos
Salsa blanca o queso de untar para unir los ingredientes o ambos
Queso rallado a gusto (opcional)
CONDIMENTOS
Sal
Pimienta
Pizca de comino
Orégano
CUBIERTA
Salsa de tomates
Salsa blanca
Queso rallado
VARIEDADES DE MASA
·
De remolacha, o de espinaca, zanahoria, morrón,
azafrán y pimentón, etc.
Es
saludable, cambia el sabor y sobre todo queda de vistosos colores.
Se consigue
agregando la verdura o especia elegida; las verduras se agregan cocidas y se
procesa hasta obtener el tono a gusto.
Si llegara a
espesarse por el agregado de verdura o por la espera, se puede agregar agua y
conseguir el punto deseado.
·
Integrales
Usar una taza de harina blanca y una de harina
integral.
FREEZADO
Se pueden guardar en el freezer tanto los panqueques
rellenos como los sin rellenar.
¿Qué tal para una comida dominguera en familia?
Que los hagas, te guste y recibas muchos elogios.
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