Comprar, cortar y comer Granadas

Las vi en el supermercado y no pude resistirme a comprar una...¡recuerdos de mi niñez! Mis padres me la dieron a probar y siendo una niña de unos cuatro años, me hacía la ilusión de... ¡¡comer rubíes!!

No es muy usada en Uruguay, más bien la consumen descendientes de pueblos de Oriente Medio, es así que en mi casa, con abuelos armenios eran tan apreciadas.

Pero hay platos muy conocidos de las cocinas de India, Líbano, Irán, México, Corea.

¿Te dije de qué hablo? ¡De las granadas!

También tiene propiedades medicinales y es una de las llamadas "Superfrutas" o "Superalimentos". Su color rojo oscuro le dio origen al nombre del color "granate".

Te cuento primero algunas cosas para que te animes a comprarlas y comerlas.

Están maduras cuando tienen la cáscara de color rojo intenso a marrón; cuanto más grande sea el fruto, más jugosa será la pulpa. La podés comer a cualquier hora del día, cortándola y usando una cuchara como si estuviera en un recipiente o mordiendo sus granos...¡y ensuciándote bastante! Las semillitas son duras y podés comerlas o escupirlas. La cáscara es un poco amarga y es mejor no morderla.

Podés ponerla en la licuadora y hacer un jugo. Otra manera es esparciéndola sobre un postre, la crema que cubre una torta (chantilly, azucarado, merenge o chocolate) , o en la ensalada tanto de verduras como de frutas, poner encima del yogur o helado.

Podés congelarlos para épocas en que no hay, ponés los granos a congelar en el frezer sobre una bandejita, separados entre sí y una vez que se congelaron los ponés dentro de una bolsita, así no se te pegan todos.

Como ves es muy versátil y si googleás recetas, encontrarás montones.

Es una fruta asociada al judaísmo y el cristianismo.

Los judíos la comen en Rosh Hashaná, el año nuevo. Y en hebreo se dice: rimón. Era un símbolo de la concordia y estabilidad mencionada varias veces en la Biblia como cuando describe las columnas del templo de Salomón. También se asociaba al amor y la fecundidad y era un regalo de boda muy apreciado.

Para los cristianos, por su color, representa la sangre de sus mártires y la vida eterna que se obtiene por la sangre que Jesús derramó en la cruz.

Y luego de toda esta introducción quiero mostrarte dos maneras muy simples y sencillas de dar color y sabor ácido, algo amargo a tus preparaciones.

Mi intención era que supieras cómo comprarla, cortarla y comerla...¡ojalá te lo haya trasmitido bien!

GRANADA

Un árbol de granada en el jardín de una amiga en Uruguay. Da sus frutas en otoño.

En el super elegí esta granada para mostrarte el paso a paso.

Primero que nada hacés un corte en su parte superior y retirás ese "sombrerito"

Ahora hacés cortes tal como ves en la foto y la fruta queda dividida en trozos. No llegué a cortarla totalmente.

 Ponés tus dedos en el centro y tirás hacia afuera y verás como una maravillosa flor que se abre.

Con una cuchara o con tus dedos separás los granos sobre un recipiente. Es mejor consumirla en el día, a lo máximo al día siguiente. Y si no la consumís toda, guardá en el frezer para otra ocasión.

Ahora que pasaron unos 60 años desde las primeras granadas que comí, veo que como niña no exageraba al considerarla rubíes, mirá lo que te digo:

Rubíes naturales que copié de Google.

Mi mano con los granos de la granada que abrí para mostrarte.

Ahora te muestro cómo la usé:

Con láminas finitas de papas, hice como unas flores para una entrada o una guarnición. Le ponés en el centro o queso crema, un humús de lo que gustes, o lechuga cortada finita con mayonesa...y agregás la verdura que quieras en este caso pepinos, tomates, morrón, brotes de soja y semillas de sésamo negro. Espolvoreás granos de granada.

Acá hice unas tulipas de queso parmesano y antes de derretirlo en el horno, coloqué sobre cada montoncito distintos sabores: romero, orégano, semillas de sésamo, granada.

¿Qué te pareció? Ojalá te animes a probar la granada si no lo hiciste aún, y si la dejaste de lado...usala que entre sus beneficios está el de ¡¡¡¡¡antienvejecimiento!!!!!

Con cariño,