Hay sabores, aromas, texturas
que te hacen recordar situaciones vividas en años anteriores.
El olor del coco rallado me
remonta a nuestra niñez, cuando abríamos la lata de alfajores caseros que nos
hacía mi mamá... ¡no podía ser más delicioso!
Formar parte de la elaboración
era un privilegio que disfrutábamos, y para comerlos debíamos esperar unos dos
días para que estuvieran más blandos y su sabor a manteca, dulce de leche y
coco, más acentuado.
Tal vez es por eso que cada
vez que leo una receta con coco rallado, no puedo resistirme a leerla. No
siempre lo uso, ya que me gusta variar...pero hoy ¡¡otra vez coco!! Y en
próximos posteos habrá... ¡más coco!
Cuando algo te gusta no
importa que se repita, al contrario, en materia de comida, siempre tendrás
ganas de saborearlo.
Pasa con un color, una
película, un viaje, con una canción...y hablando de canción, estos días escucho
bastante en YouTube una que dice: "No me dejes olvidar la paz que me brindaste" "Sé que en ti tengo la fuerza" "Sé
que en ti tengo esperanza" "Eres el manantial de fe que me da paz, me
da confianza". ¿Adivinaste quién otorga todo esto verdad? Sí, Jesús, sólo
en él hay paz, fuerza, esperanza, confianza.
Y te digo que la receta que te
comparto, la voy a repetir, ¡es riquísima!
TORTA INTEGRAL CON COCO
BATIR EN UN BOL
2 huevos
2/3 taza de leche
1/4 taza de
aceite alto oleico
2
cucharaditas de vainilla
3 cucharadas de yogur natural sin azúcar
MEZCLAR EN UN BOL GRANDE
MEZCLAR EN UN BOL GRANDE
3/4 taza de
azúcar rubia
1 taza de coco rallado
1 taza de harina integral
1 taza y media de harina
2 cucharadas de polvo de hornear
1 taza de coco rallado
1 taza de harina integral
1 taza y media de harina
2 cucharadas de polvo de hornear
Agregar los ingredientes líquidos a los secos y batir con un tenedor hasta lograr una masa homogénea.
Verter en una asadera o molde de torta previamente aceitado y enharinado.
Llevar a horno a 180° una media hora, pinchar con palito y si sale seco ya está, de lo contrario dejar un poco más hasta que esté cocida.
NOTA: se puede agregar
pasas de uva o dulce de membrillo.
Colocarla dada vuelta sobre una rejilla y desmoldar.
Se puede espolvorear con azúcar impalpable, o hacerle un azucarado, o bañarlo con chocolate cobertura. Yo lo hice con chocolate blanco y con chocolate amargo y con un palito de brochete hice ese dibujo mezclando los dos chocolates que coloqué alternándolos en círculos.Podés servirla en un desayuno, o merienda, o tenerla a mano para picotear...¡probala y contame! , con cariño,
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