Una persona le decía a una vendedora de una casa de
"marca": me voy de un extremo
al otro, puedo comprar acá o en una tienda bien popular; y se veía que era
así, por las bolsas de sus compras.
Este incidente me hizo pensar en
la distancia extrema entre la tierra y el cielo, que mencionamos cuando
queremos decir que algo es infinitamente grande.
El rey David dice en uno de sus
salmos, que el amor de Dios hacia los que lo honran es tan inmenso, como la
altura de los cielos sobre la tierra (desde un extremo al otro de su creación),
un amor infinitamente grande. Y añade que es inagotable. "Pues su amor inagotable hacia los que lo honran, es tan inmenso
como la altura de los cielos sobre la tierra".
Saber esto, llena la mente y el
corazón de paz.
¿Qué te parece si vamos a la
receta que hice y me encantó? tan rica, como para compartírtela en plena época
de higos.
MERMELADA DE HIGOS
BOL
·
300 g o algo más de higos frescos en trozos no
muy grandes
·
1/3 taza de azúcar morena (puede ser blanca
también)
·
1/4 taza de agua
·
3 cucharadas de jugo de limón
·
Vainilla
· Especias a gusto: canela, clavo de olor,
jengibre o toda especia.
Dejar macerar todo, durante una
media hora o una hora.
Llevar al fuego sin tapar la
olla, y cuando empiece a hervir, bajar el fuego.
A partir de ahora, vas
revolviendo de vez en cuando y controlando el punto de espesor.
Cuando esté espesa, con la misma
cuchara aplastás los higos
y si te gusta bien deshecho lo podés mixear. A mí me
gusta no tan deshecho.
Lo dejás enfriar, y lo colocás en
frascos con tapa.
Te dura unos 10 días a 15 días en
la heladera.
Si quisieras envasar, ya es un procedimiento
más complejo, y yo prefiero hacer de a poco.
Es una delicia para el desayuno, la merienda o cuando se te antoje.
En una mesa para el té con amigas podés servirla en un recipiente o directo del frasco, de ambas formas se ve muy tentadora.
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