Hoy viernes, escuché y vi en la tele una entrevista a un Rabino en
la cual explicaba acerca de la primera Pascua del pueblo de Israel: "En Pésaj se conmemora la salida de
Egipto de nuestros antepasados, hace más de 3.000 años atrás. Se trata no sólo
de recordar sino que se intenta revivir la salida de la esclavitud en Egipto.
No significa un lugar geográfico nada más, sino que se toma a Egipto como las
limitaciones, las estrecheces. Entonces se busca la liberación de las
estrecheces que lo limitan a uno, la liberación de su propio Egipto
interior. Pascua es libertad"
Para los cristianos la Pascua es la celebración central de nuestra
fe. La Semana Santa, está narrada en los evangelios, resaltando día por día los
sufrimientos humillación, crucifixión y resurrección del Señor Jesús.
Es la celebración de la victoria de Jesús sobre la muerte, el
diablo, el pecado y como él, y solamente él, puede darnos libertad sobre la
esclavitud que ellos nos imponen.
A través de su resurrección podemos salir de la esclavitud en la
que vivimos al haber errado al blanco en nuestra vida; podemos ser libres si lo
invitamos a vivir en nuestro corazón.
Entre los armenios hay una tradición que hoy quiero comentarte. Es
la de los "huevos rojos". Se hierven con cáscara de cebolla para que
tome su color y se dejan enfriar en esa agua unas cuantas horas para que se
coloree mejor. Mi abuela los preparaba para que el domingo de Pascua, en el
almuerzo familiar, hiciéramos el "juego del huevo". Cada comensal
tomaba un huevo pintado y comenzaba el juego que consiste en tratar de astillar
a los que tenían los demás. El que llegaba intacto al final ¡era el ganador!
Todavía seguimos haciendo este juego en nuestra familia, pero
simplificamos la elaboración.
El color rojo tiene un simbolismo y es recordar la sangre de Jesús
derramada en la cruz. A su vez el huevo simboliza la vida, y es la vida plena
que Jesús nos brinda con su perdón.
Si vas a Google, encontrarás un sin fin de ideas y técnicas de
cómo pintar huevitos para adornar la mesa, ¡yo encontré tantas que no te
imaginás lo lindas que son!
Por eso no es mi intención "enseñarte", porque no hice
nada del otro mundo, lo mío es sólo para compartirte una costumbre de la
familia y animarte a hacer del domingo de Pascua una celebración y que te
inspires para pintar tus huevitos y por qué no jugar.
HUEVOS DE PASCUA PINTADOS
NECESITÉ PARA COLOREAR
NECESITÉ PARA EL DISEÑO
Pegotines
Otros huevos los teñí más oscuros y les pegué lentejuelas, stickers, brillantinas.
PROCESO
En cada vaso, le agregué al agua una cucharada de vinagre.
Coloqué con cuidado los huevos blancos en la olla, y luego le agregué agua fría y lo llevé al fuego. Hirvieron unos minutos a fuego lento para que no se rompan.
Agregás al agua de los vasos una cucharada de vinagre y gotas de colorante vegetal. Podés mezclar los colores para lograr otras tonalidades a tu gusto.
La intensidad del color logrado en el agua, teñirá los huevos en tonos pastel o más fuertes. Una tanda la hice con agua de colores suaves y luego le agregué más colorante y te darás cuenta en las fotos cómo cambió la tonalidad en los huevos.
Para fijar el color no sólo es cómo teñiste el agua, sino también el tiempo que dejás sumergido cada huevo. Fijate a los 15 minutos, si estás conforme con ese tono, lo sacás, y si lo querés más oscuro lo dejás un rato más.
Al sacarlo del agua los ponés sobre servilletas de cocina para que se seque.
EFECTO 1
Si querés que queden partes sin teñir con formitas como estrellas, corazones, etc., antes de meterlo al agua le pegás pegotines. Al sacarlo del agua, verás que la parte donde estaba el pegotín queda blanca.
EFECTO 2
Tiempo de calcar, recortar, pegar, muy disfrutable. Si Googleás, encontrarás una variedad tremenda de diseños y técnicas.
ANTES...
DESPUÉS...
Para el almuerzo se pueden colocar en una coqueta canasta o pintar el cartón con spray.
Ahhh, claro que toda la familia, especialmente los niños pueden ser los artesanos que lograrán creaciones originales. Me encantaría ver fotos si pintaste huevitos.
Te deseo felices pascuas, con cariño,
