Las pequeñas cosas de la vida
pueden ser las más grandes y generalmente nos llenan de felicidad.
Hay muy lindas frases sobre
ellas:
"Aprende a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y conocerás
la felicidad"
"No quiero grandes cosas en mi vida, sólo pequeñas cosas, que
hagan grande mi vida"
"Todo el mundo anda tratando de lograr grandes cosas, sin darse
cuenta que la vida está hecha de cosas pequeñas"
"Las pequeñas cosas son las más interesantes en descubrir"
"El éxito está en la vida que uno lleva, en cómo vive, en cómo
goza, cómo se integra, cómo disfruta de las pequeñas cosas"
Muchas más, pero con estas es
suficiente.
Si cada día al comenzarlo y al
acabarlo dedicás breves minutos para hacer una lista de las pequeñas cosas que tenés
o hacés a diario, en vez de quejarte por ellas, te darás cuenta que son grandes
motivos de gratitud a Dios. Cosas pequeñas como el sueño reparador, poder
sentir el frío o el calor en tu piel, que el resplandor del sol haga cerrar tus
ojos, el cansancio de tus pies, las arrugas de tu rostro, ir al dentista o al
peluquero...interminables motivos de agradecimiento, otros ¡no pueden disfrutar
esas pequeñas cosas! ¡Claro que te diste cuenta que hay algo muy grande detrás
de cada una y vos lo tenés!
Dentro de las recetas clásicas te
quiero contar cómo hago el arroz con leche y puede ser un postre muy sano para
ofrecer a los abuelos en su día. Mi mamá lo hacía distinto y ambas formas y las
miles que deben haber por allí hacen de este postre antiguo un manjar.
Podrías contarnos cuál es tu
receta!!
ARROZ CON LECHE, COCO Y VAINILLA
OLLA
1/4 taza de
agua fría
cáscara de
limón
ramita de
canela
AL HERVIR AGREGAR Y BAJAR EL FUEGO
1/4 taza de
arroz sin lavar
AL QUEDAR POCA AGUA EN EL FONDO
LENTAMENTE AÑADIR
1/4 litro de
leche
1 cucharada
de manteca o una de crema doble
1 cucharada
de coco rallado
pizca de sal
Cocinar a fuego bajo hasta que el arroz esté cocido y si hace falta
agregar más leche a demanda.
Quitar la ramita de canela y la
cáscara del limón y añadir a gusto 1 o 2 cucharadas de azúcar y una cucharadita de
vainilla, revolviendo bien hasta que se disuelva.
Estas medidas dan para dos
porciones, así que, pasar a compotera y llevar a la heladera para enfriar.
Se puede decorar a gusto con
canela en polvo
la canela en rama o la cáscara del limón de la cocción.
NOTA:
El grado de consistencia y el
dulzor va a gusto. Los condimentos también.
Que con este clásico o el que logres con tu creatividad, hacé feliz a un abuelo en su día. Que te quede rico, con cariño,