domingo, 24 de enero de 2016

Corazones amigables



" Un regalo, es un gesto de desprendimiento cuyo objetivo es traer felicidad a la otra persona, mientras expresamos nuestro afecto y nuestro cariño. Por eso, lo mejor del regalo… es el abrazo." (Sixto Porras)
¡Cuántas veces hemos sido inspirados por alguien que llegó en el instante justo para hacer la diferencia en un mal momento de nuestras vidas!
No fuimos hechos para ser el centro de las atenciones, sino para inspirar amando; el amor de Dios tocando vidas a través del nuestro.
Cuando la familia, amigos, compañeros de trabajo, atraviesen experiencias que oscurezcan su horizonte, estemos allí con una sonrisa, un fuerte abrazo y por qué no un sencillo presente.
Tal vez estas rosquitas que podemos hacer con forma de corazón, en un lindo envoltorio, sean la expresión cariñosa que endulzará la vida de alguno y ¡no es necesario esperar hasta San Valentín!

Esta es la receta:

4 tazas de harina
1 cucharada de polvo de hornear
1/3 taza de azúcar
1 huevo
1/2 taza de aceite
Anís (opcional)

Si es necesario porque te queda un poco dura para manipularla, agregar agua de a poco hasta sentirla  moldeable.
Se cortan pequeñas porciones (unas 40 aprox.) se hacen cilindros y se les da la forma de corazón (pero se pueden hacer trenzas, rueditas, S, moñitos, etc.)
Pintar con huevo, espolvorear con semillas o azúcar o nada.
Pintar sólo arriba porque si no, quedan pegados a la placa.
Dejarlas bien cocidas, con color dorado fuerte (más de lo que lo dejé yo) para que se mantengan crocantes.
Guardadas herméticamente se conservan bien durante varios días.

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