miércoles, 2 de noviembre de 2016

Biscotti de almendras y pasas de arándanos

"La distancia no separa a las personas, la indiferencia sí." Es una verdad dolorosa, pero que nos ayuda a estar alertas a cambios en una relación entre amigos, familiares, compañeros...
Cuando pensamos en lo contrario al "amor", nos viene enseguida "odio", pero lo que de verdad mata al amor es la "indiferencia". Porque al amor hay que cultivarlo cada día.
Esa frasecita da para pensar y actuar, sea que la indiferencia sea propia o del otro y así rehacer la cercanía nuevamente. Si el "otro" no reacciona como lo esperamos, también pensemos y actuemos, pueden haber muchas otras personas que necesitan ser amadas y podemos mostrarles nuestro interés a ellas, el cual podrían valorar.
Hay alguien que promete nunca abandonarnos, ese es Jesús, y cuántas veces somos indiferentes en esa relación de amistad al no buscar su presencia, no hablarle, no leer su Palabra, no agradecer sus constantes muestras de amor incondicional e inmerecido. ¿Qué tal si dejamos esa conducta y empezamos a acortar la distancia que vamos formando nosotros y no él?
Y qué cosa!! Otra vez en Uruguay alerta roja, tormentas, fríos, en pleno noviembre del hemisferio sur. Así que es reconfortante pensar en un café y acompañarlo de biscotti, seco y crujiente. De las tantas recetas te comparto esta que es deli.
BISCOTTIS DE ALMENDRAS Y PASAS DE ARÁNDANOS

INGREDIENTES

BATIR EN UN BOL

3/4 taza de azúcar
1/2 taza de aceite
2 huevos
cáscara rallada de limón
AGREGAR Y BATIR
1 cucharadita de extracto de almendras (podés obviarlo)
3/4 tazas de almendras enteras
1/2 taza de arándanos secos
TAMIZAR Y AGREGAR
1 y 3/4 tazas de harina
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de nuez moscada
Unir, volcar en la mesada enharinada ya que la masa queda pegajosa.
Dividir en dos y hacer 2 tiras.
Cubrir una asadera con papel manteca
y colocar allí las dos tiras separadas,
verás que se extienden bastante en la cocción.

Pincelar con una mezcla de 1 huevo y 2 cucharadas de agua.
Colocar en horno bajo, en el mío 160°, unos 35 minutos.

Dejar enfriar, puede ser también dejarlo de un día para el otro.
Cortar con cuchillo de pan,
o cuchilla con cortes firmes pues las almendras ofrecen resistencia. Colocar las rebanadas obtenidas acostadas en horno de 160° unos 20 minutos o hasta que tomen consistencia crujiente (vigilar)
Enfriar y guardar herméticamente, pueden durar 2 semanas o más...¡si llegan!
La idea es comerlo a modo de petit four, para acompañar un café de sobremesa.
Ah, no te conté que su nombre significa "horneado dos veces".
Probálo y después me contás...¡buen provecho!



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