viernes, 16 de septiembre de 2016

Canelones de carne con masa casera: de remolacha y otra de azafrán

Hoy estaba sentada en la pintoresca Plaza Matriz en el centro de Montevideo. Un lugar muy visitado por los turistas, los grupos escolares, oficinistas, hombres de negocio, con lugares de comidas tanto rápidas como gourmet, sus atractivos puestos callejeros, sus prestigiosos comercios y la arquitectura de época que nos remonta a los tiempos de la conquista con la emblemática puerta de la ciudadela, la iglesia matriz y otros.
En medio del bullicio del pleno mediodía ¡podía escucharse el canto de las aves!
Y aprovechando el tímido sol que hace tiempo no se deja ver por estos lados, una abuela sacó a pasear a un personaje que nos cautivó a todos los que ocupábamos los bancos que bordean la fuente: su nieto. Parece que recién empezaba a caminar y quería mostrar y mostrarse a sí mismo en su hazaña. Así que caminando como un pato sonriente, con su manito izquierda iba saludándonos banco por banco y cayéndose cada vez que lo hacía. Pero eso no le impedía volver a levantarse con la ayuda de la abuela y continuar el show. Cada tanto levantaba su cabecita para mirar al cielo y ¡otra caída! pero con su sonrisa siempre acompañándolo.
En su inocencia no tenía miedo de tantos extraños, es más, no hacía diferencia de edad, sexo, apariencia, posición social o cultura, a todos nos trataba por igual ¡con tanta simpatía!
¿Cuándo y por qué un niño pierde esa actitud de aceptación? ¿Por qué cuando se da cuenta de que todos somos distintos comienza a aceptar o rechazar, discriminar, despreciar, ridiculizar, hostigar...?
Si todos pudiéramos ver a los otros hombres con los ojos de un niño, quién te diga que tal vez habría paz en este mundo fracturado por las guerras.
Dios en la Biblia vez tras vez enfatiza cómo comportarnos en relación a los otros y sólo te comparto nada más que algunos consejos de parte suya: "Vivan siempre en armonía. No sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás. Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. No busquen la venganza. Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber." Y hay infinidad de recomendaciones que si las practicáramos este mundo sería distinto.
Con buena actitud, emprendamos la tarea de hacer algo rico para compartir con generosidad a la familia, amigos, necesitados.
CÓMO COCINAR CANELONES y NO MORIR EN EL INTENTO
Un día preparar los panqueques
Otro día hacer el relleno
Otro día cocinar las salsas (de tomate, salsa blanca), rellenar, hornear y comer solo o en compañía unos ricos canelones.
CANELONES DE CARNE

La masa
TAMIZAR
2 tazas de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
MEZCLAR
1 huevo batido
1 taza de leche
1 taza de agua (puede ser agua mineral con gas)

Verter los líquidos sobre los sólidos, mezclar bien con batidor de alambre hasta que no queden grumos. La consistencia debe ser apenas espesa, cosa que resbale sobre la superficie de la sartén al ir girando ésta para que se extienda fina y pareja.
Dejar descansar la masa media hora.
Para hacer los panqueques, untar una sartén chata o una panquequera con aceite o con aceite vegetal en spray, o con un poco de manteca.
Con un cucharón pequeño (no de sopa), ir vertiendo la masa sobre la sartén, haciéndola girar para que la masa chirla (apenas espesa) no se quede pegada en un lugar, y logrando que cubra toda la superficie.
Si la sartén fuera de tefal con untar una vez es suficiente, si no, hacerlo cada vez. Y si notás que se va pegando entonces por más que sea de tefal untala apenas nuevamente.
Recordá que siempre tiene que estar caliente y luego recién verter la masa.
El primer panqueque generalmente no sale muy bien, pero el resto te quedarán finos y parejos.
Apenas veas que los bordes se despegan, es momento de darlos vuelta con una espátula y terminar la cocción del otro lado. 
Una vez que cada panqueque está terminado, lo vas poniendo sobre los otros armando una montaña.
Cuando acabás de hacerlos es el momento de rellenarlos.
El lado que se hizo primero será sobre el cual pondrás el relleno.
Los podés cerrar en forma de pañuelito o como un cilindro.
Los ponés sobre una bandeja uno al lado del otro y lo podés cubrir con salsa de tomate o con salsa blanca o ambas. Espolvorear con queso rallado y gratinar al horno.
Relleno de carne
EN SARTÉN REHOGAR
1 cebolla picada chica
1/2 morrón picadito
1/2 kilo de carne picada
RETIRAR DEL FUEGO Y AGREGAR
1 lata de arvejas o de choclo o ambos
1 papa hervida y cortada en cubitos
1 zanahoria hervida cortada en cubitos
Salsa blanca o queso de untar para unir los ingredientes o ambos
Queso rallado a gusto (opcional)
CONDIMENTOS
Sal
Pimienta
Pizca de comino
Orégano
CUBIERTA
Salsa de tomates
Salsa blanca
Queso rallado

VARIEDADES DE MASA

·         De remolacha, o de espinaca, zanahoria, morrón, azafrán y pimentón, etc.
Es saludable, cambia el sabor y sobre todo queda de vistosos colores.
Se consigue agregando la verdura o especia elegida; las verduras se agregan cocidas y se procesa hasta obtener el tono a gusto.
Si llegara a espesarse por el agregado de verdura o por la espera, se puede agregar agua y conseguir el punto deseado.
·         Integrales
Usar una taza de harina blanca y una de harina integral.
FREEZADO
Se pueden guardar en el freezer tanto los panqueques rellenos como los sin rellenar.
¿Qué tal para una comida dominguera en familia?
Que los hagas, te guste y recibas muchos elogios.



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