martes, 24 de octubre de 2017

Tartitas de ricota, manzana y masa de avena

Cuando me pongo a escribir un pensamiento que pueda ayudar a algún amigo del blog, me pregunto quién lo leerá... ¿Un joven? ¿Adulto? ¿Estudiante? ¿Ama de casa? ¿Jubilado? ¿De licencia o en vacaciones? ¿En reposo por un problema de salud? ¿Desocupado?
Todos en algún momento nos enfrentamos a días sin las responsabilidades habituales, y con muchas horas libres y ¡nos sentimos perdidos! y lo peor es que ¡¡perdemos esas horas!!
Es una magnífica oportunidad de descubrir una habilidad, de emprender lo que nos atrae. Esto trae realización, nos hace agradecidos con Dios y hasta puede cambiar el rumbo de nuestra vida.
Esas horas libres pueden ser un gran desafío que Dios nos otorga para redescubrirnos y reenfocarnos.
¿Qué te parece si ahora te doy una receta que es sana, fácil y económica además de rica por supuesto?

TARTITAS DE RICOTA, MANZANA Y AVENA (6 unidades)

MASA
1 taza de harina de avena (avena procesada)
1 pizca de sal
1 cucharadita al ras de polvo de hornear
1 cucharada de miel o edulcorante
1/4 taza de agua caliente

RELLENO
100 g de ricota (si es en barra, pisarla con tenedor)
1 manzana tiernizada al micro en cubos pequeños (pueden ser peras, frutos rojos, etc.)
pasas de arándanos o de uvas (puede ser ciruelas o dátiles)
nueces en trozos
canela en polvo o 5 especias a gusto
cáscara rallada de limón
miel
yogur o queso crema para ligar

MERENGUE
1 clara de huevo batida a nieve con edulcorante o dos cucharadas de azúcar
gotitas de vainilla
2 cucharadas de coco rallado o 3 (al gusto)

La masa debe tener consistencia de plasticina y no pegarse ni a las manos ni la mesada.
Dejarla descansar un rato, estirarla como un rollo, cortar 6 porciones y luego con la mano hacer cápsulas que se colocarán en molde de muffins previamente rociado con aceite en spray.
Mezclar bien los ingredientes del relleno, colocar en cada hueco del molde generosamente y coronar con un copete del merengue que puede ser con manga o más rápido con cuchara y darle forma de montañita.
Llevar a horno suave de 160° y cuando esté pronta la masa y el merengue haya tomado un tono tostado, verificar si ya quedó cocido.
Queda exquisito tibio y con una bocha de helado o un yogur griego.
A mí me sorprendió cuando leí la masa con tan pocos y "raros" ingredientes, pero me gustó precisamente por su simpleza. 

Probala y contame cómo te quedó y si te gustaron estas mini tartas, con cariño, 

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