miércoles, 21 de diciembre de 2016

Focaccia con romero

Para muchos, los días previos a la Navidad transcurren llenos de ilusiones, esperanzas, expectativas, alegría, gratitud...para otros no es así, lamentablemente.
¿Cómo los vivís vos?
Capaz que sos de los que parecen andar en una montaña rusa, pero de emociones, con momentos de alegría y otros de tristeza, de amor y desamor. Puede ser que hayas vivido pérdidas significativas, una muerte cercana, un divorcio, partida de los hijos del hogar, mala salud, sin trabajo. Y es válido que estés triste procesando esa realidad. El asunto es que te des cuenta que todo es parte de un propósito y que al final todo saldrá bien, especialmente si amás a Dios. Y que como María la madre de Jesús, ante lo incomprensible puedas tener una actitud agradecida por esa experiencia, estés alegre a pesar de, te sientas cuidado por Dios de manera especial, puedas valorar las cosas grandes o pequeñas que con su poder Dios hizo por vos.
Si sos de los que estas fechas le inspiran a cosas buenas, igual tu actitud debe ser como la de María pues es Dios quien te permite vivirla así.
O tal vez seas de los indiferentes, para quienes Navidad es un día más del calendario, el año nuevo...el día siguiente a fin de año y nada te mueve un pelo. Sería bueno entonces que puedas pensar que tu existencia no es un accidente y que vivís porque es Dios quien te lo permite y con cada amanecer te concede la oportunidad de conocer no de él sino a él.
En estas fiestas ojalá recibamos algún regalo dado con amor, y tomá éste si aún no lo hiciste: "Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor", esto es Navidad y María lo entendió y aceptó.
FOCACCIA

BOL
4 tazas de harina (500 g de harina)
1 cucharadita de sal
DESMENUZAR DENTRO DE LA HARINA Y MEZCLAR
2 terrones de levadura fresca (30 g)
HOYO EN EL MEDIO Y AGREGAR
250 cc de agua a temperatura ambiente
50 cc de aceite de oliva
Unir todos los ingredientes suavemente.
Debe quedar una masa tierna y por eso se recomienda poco amasado y levemente.
Untar un bol con aceite y ensobar la masa con lo que queda en las manos y dejarla reposar de 20 a 30 minutos.
Aceitar una asadera y colocar la bola de masa estirándola allí mismo con las manos.
Hundir las yemas de los dedos en la masa, poner hojitas de romero en toda su extensión y espolvorear granos de sal gruesa.
Llevar a horno de 200° unos 30 minutos
hasta que tome un suave tono dorado y la base esté cocida.
Es un exquisito pan y puede servirte para acompañar una picada, en la previa a la cena de Nochebuena o fin de año.

 ¿Qué te parece si me contás cómo te quedó y cuál fue la aceptación que tuvo entre los comensales?
Seguiremos con otras comidas y con pensamientos acerca de la Navidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario