Empezar el día desayunando con unos
ricos scones integrales recién horneados no es nada trabajoso.
Además de fáciles y rápidos de
hacer, aportan energía y saciedad.
Cuidamos nuestra salud, y al
decir esto nos referimos al cuerpo físico, pero sería bueno también que
cuidemos nuestra salud espiritual.
La palabra de Dios, la Biblia,
nutre, energiza y sacia el espíritu de cada persona que busca en sus páginas
alimento provechoso.
Estos scones se preparan
poniendo en un bol:
1 taza de harina común
1 taza de harina integral
4 cucharitas de polvo de hornear
1 cucharita de sal
1 cuchara de orégano
2 cucharas de semillas de sésamo o de chía (se pueden mezclar varios
tipos)
Hacer un hueco en el medio y agregar:
1/3 de taza de manteca (o aceite alto oleico)
1/3 taza de leche
1/3 taza de yogurt natural sin azúcar agregada
Mezclar y unir hasta lograr una masa tierna.
Enharinar la mesada y con las
manos extender hasta que quede de 1 cm de espesor aprox. Espolvorear la masa apenas
con harina, doblar en dos y volver a aplanar dejando de 2 cm de alto. Cortar de
la forma deseada con un tamaño de unos 4 cm, colocar sobre placa apenas
enmantecada, pintar con leche y si se quiere espolvorear alguna semilla. Yo le
puse granos de sal gruesa.
Hornear hasta que tomen un color dorado por unos 12 minutos en horno a 180°.
Servirlos tibios y en este caso
al ser salados se pueden acompañar o rellenar con jamón, o queso crema o queso
rebanado, aceitunas, lo que te guste más.
Consejitos:
Se pueden freezar.
Si te quedan de un día para el otro, antes de comerlos dales un
golpecito de horno.
Para ir más rápido en la preparación del desayuno, desde la noche
anterior dejá todos los ingredientes
medidos, los utensilios a mano, la placa enmantecada...lo más que puedas
adelantar... y verás que súper rápido los hacés.